Tal vez estás cargando una herida de abuso que tu familia nunca pudo nombrar
Hay emociones que te acompañan desde siempre.
Inseguridad, miedo a confiar, rechazo a tu cuerpo, dificultad para poner límites, sentirte culpable por decir "no"...
Y aunque tu historia personal "no explica tanto dolor", tu lo sientes igual.
Eso no significa que estás loca ni que eres débil.
Tal vez estás cargando una herida que no empezó contigo.
Sí. Cuando hay un abuso (emocional, físico, sexual, simbólico) y no se habla, el dolor no desaparece: se guarda en el sistema familiar.
Y muchas veces, una o varias generaciones después, aparece una mujer o un hombre que lo siente en su cuerpo, en su forma de vincularse o en su energía... aunque no sepa de dónde viene.
No es algo consciente. Es una memoria silenciosa que se transmite con culpa, con miedo, con silencio... y con dolor.
No se trata de revivir el dolor, ni de b...
El dolor del abandono es una de las experiencias emocionales más profundas que muchas personas llevan consigo. A menudo, no se trata solo de una ausencia física, sino también de la falta de conexión emocional, el desinterés o la desconexión afectiva en momentos clave de la infancia. Si alguna vez te has sentido no lo suficientemente importante, o has luchado por encontrar amor o conexión genuina, es posible que estés llevando una carga emocional que proviene de esas primeras experiencias de abandono.
Este dolor, aunque profundo, no tiene que seguir marcando tu vida. Afortunadamente, es posible liberar las huellas emocionales del abandono y reconstruir tu vida desde un lugar de amor propio y confianza. El primer paso en este proceso es reconectar con tu niño interior y brindarle el espacio y la atención que necesita para liberarse de las huellas del pasado.
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