¿Te pasa qué haces todo lo que "hay que hacer" para sentirte bien, pero tu cuerpo igual no responde?
Te alimentas sano, haces ejercicio, te haces chequeos... pero el cansancio sigue, el cuerpo duele, la energía no alcanza. Y por más que lo intentas, sientes que algo invisible te bloquea.
Tal vez ese algo... no es tuyo.
A veces, lo que pesa no es la rutina ni el estrés.
Es la historia familiar que llevas dentro sin saberlo.
A veces no entiendes por qué te duele tanto... por qué estás cansada todo el tiempo, por qué esa enfermedad volvió justo cuando parecía que estabas mejor. Y sientes frustración, culpa, impotencia. Te preguntás si estás haciendo algo mal.
Pero, ¿y si ese dolor no fuera solo tuyo?
Ese dolor que no se va, esa enfermedad que se repite, ese nudo en el pecho que aparece sin explicación...
pueden ser señales de una herida que no comenzó contigo, pero que TÚ sí puedes sanar.
Sanar no es cargar con todo.
Es tener el valor de mirar lo que dolió... y devolverlo con amor.
Mariana tiene 35 años. No tiene ninguna enfermedad diagnosticada, pero vive agotada. Siente que carga con un peso que no le pertenece. Va a médicos, se cuida, duerme, se alimenta bien... y nada cambia. Algo dentro de ella le dice que el cansancio no es físico, sino más profundo.
En una constelación familiar, apareció una historia que nunca se había hablado en su casa: su abuela había perdido un hijo cuando era joven, y nadie volvió a mencionarlo jamás. Un duelo congelado, un dolor guardado. Y Mariana —sin saberlo— llevaba esa tristeza en el cuerpo.
Su cansancio era la forma de sostener ese dolor no sanado. Una forma de decir "yo lo llevo por ti".
En la constelación, Mariana pudo ver a su abuela, reconocer su dolor y devolverle simbólicamente esa carga. No fue rápido, no fue fácil... pero algo dentro de ella se liberó.
Esa noche, durmió profundamente por primera vez en años. Su cuerpo comenzó a relajarse. Y su alma, también.
Todo eso puede ser una manera inconsciente de decir:
"Estoy cargando algo que no me pertenece".
A través de la conciencia. Y una de las herramientas más profundas para hacerlo es la Constelación Familiar.
Este trabajo te permite mirar con amor tu historia, reconocer las cargas invisibles que estás sosteniendo… y devolverlas. No por rechazo, sino por respeto. No por olvido, sino por amor.
Porque sanar no es olvidar tu pasado.
Es liberarte de lo que ya cumplió su función.
Si mientras leías sentiste un nudo en la garganta, un cosquilleo en el pecho, si pensaste en alguien de tu familia…
No lo ignores. Tu cuerpo te está hablando. Tu alma está lista para soltar.
💫 Las constelaciones son un espacio amoroso, seguro y transformador donde podrás empezar a sanar lo que viene de antes… para vivir tu vida con más ligereza, salud y libertad.
PREGUNTAS FRECUENTES
Si sientes que es momento de liberar lo que no te pertenece, de cuidar tu salud desde lo más profundo y de vivir más liviana…
Registrate ahora al próximo taller de Constelaciones Familiares.
Es tu cuerpo el que pide alivio.
Es tu alma la que quiere descansar.
Y es tu historia la que merece ser sanada con amor.
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